Los datos del primer trimestre del año, con un descenso del consumo
de cemento del 31,3% respecto al mismo periodo de 2011, reflejan que el
sector ha entrado en una segunda recesión, que puede ser peor que la
anterior, con unas tasas de caída sin precedentes en nuestro país. De
esta manera el consumo de cemento per cápita retrocede a niveles de 1966
debido a la casi total paralización de la edificación y la obra
pública, que se verá todavía más mermada de aplicarse los recortes
previstos en los Presupuestos Generales.
Por otro lado, las últimas medidas adoptadas por el Gobierno en
relación al sistema eléctrico crean una gran incertidumbre, ya que
afectan a la competitividad de la industria cementera española, su
capacidad exportadora y al mantenimiento de empleo estable en el sector.
A pesar de la prolongada crisis, la industria cementera ha conseguido
mantener en España casi 6.000 empleos directos y unos 20.000 indirectos,
cuya continuidad esta amenazada.
En palabras del presidente de Oficemen, Juan Béjar, “esperamos que
el nuevo modelo energético incluya una optimización del sistema que
elimine de los costes regulados conceptos no ligados al servicio
eléctrico y permita un nuevo mercado donde las empresas puedan obtener a
largo plazo precios de la electricidad previsibles y competitivos”.
Informa inmodiario.com
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